Este símil plantea
en forma de ecuación matemática,
la velada relación de causalidad
existente entre el consumo de azúcar y
trigo, con la recién bautizada
DIABESIDAD, además descubre la confluencia de intereses entre las partes
con responsabilidad en este monumental descalabro sin precedentes a La Salud
Pública Mundial. La obesidad y la diabetes son las dos caras de la misma moneda
que van unidas en la mayoría de las ocasiones y constituyen la mayor amenaza
para la sostenibilidad de los
sistemas sanitarios de los países desarrollados, ganándose el calificativo de
pandemia del siglo 21.
Se ha generado una “tormenta perfecta” que no cesa de
arrojar afectados, el afán lucrativo de diversas industrias
poderosas está por encima del
objetivo máximo del bienestar
común. Hay que subrayar que los pacientes afectados de diabesidad necesitan
el doble de recursos médicos que
la media, los costes sanitarios de la
obesidad en los EEUU ascienden a 200.000
millones de dólares, entre 1990 y el
2001 se triplicó el número de afectados, repitiéndose cifras
parecidas con posterioridad en el resto de países, es la primera vez que
los niños estadounidenses tienen una expectativa de vida menor que sus padres.
Mientras 800 millones de personas pasan hambre en el mundo, solo la obesidad
alcanza ya a 700 millones de
individuos y el tratamiento de esta condición de salud
requiere gastar el 2,85 % del PIB mundial. En nuestro país el 53% de los adultos
están por encima de su peso, el 36%
tienen sobrepeso y un 17% obesidad, los niños padecen sobrepeso en un 12% y obesidad en un 14%. Para atender a estas
personas gastamos en nuestro país el 7%
de los recursos sanitarios, a pesar de que el
82% de los pacientes obesos no se perciben como tales y por lo
tanto no son conscientes de su enfermedad. Tras los
últimos 25 años en España han aumentado sorprendentemente las personas
obesas desde un 7,4 a un 17%, solo un 30% de los españoles tiene
un Índice de Masa Corporal saludable
inferior a 25. En los EEUU el 40%
de las personas son obesas, una proporción superior al doble de la
española.
Padecen diabetes 415 millones de personas en el mundo y se
pronostica que en 2040 serán 642 millones.
En España hay en torno a 6 millones de diabéticos, sabemos que solo algo más de
la mitad cumplen con las recomendaciones para” controlar” su enfermedad y que
el 40% de los diabéticos terminan padeciendo de insuficiencia renal. En este
artículo nos referiremos solamente
a LA DIABETES TIPO 2 que se la
denominaba diabetes del adulto y
representa el 90 o 95% del total de
los diagnosticados, siendo la obesidad
la responsable del 40% de estos casos, hoy día encontramos diabetes tipo
2 también en jóvenes y en niños por este motivo. La atención de los pacientes diabéticos en
España tiene un coste total de 5.447
millones de euros, 1.708 por paciente
año, a esto hay que sumarle los costes laborales y gastos sociales, una cifra
más de tres veces superior, 17.630
millones de euros adicionales por año, la suma total asciende a 23.000 millones de euros anuales. Este
desastre metabólico causa una amputación de miembros cada 30 segundos, es 40
veces más frecuente en personas obesas, la edad media de la diabetes tipo 2
asociada a obesidad en la actualidad es a los 40 años, hace tan solo 10 años
era a los 60, pero sin embargo hace 30
años era muy poco frecuente este padecimiento, ¡UNA CRECIENTE LOCURA SIN CURA!
La contabilidad del AZÚCAR REFINADO
consumido por habitante y año refleja que se ha
producido un aumento proporcional de la obesidad y la diabetes a medida que la población ha ido incrementando el consumo de este
producto tóxico en sus países
respectivos. Esto es lo que nos ha
revelado la estadística y lo que podemos ver en los mapas globales de
expansión de la industria azucarera
durante las últimas décadas, por eso me gusta el símil de la “ECUACIÓN DE LA DIABESIDAD”.
Los expertos conocen este problema y sus posibles soluciones desde hace años, pero la DEBILIDAD de las políticas de salud pública y la
magnitud de los intereses creados “en uno y otro lado del charco” hacen
imposible una solución a corto o medio plazo. Se ha escrito mucho sobre los
denominados “tres venenos blancos”: el azúcar, la harina y la sal cuyo consumo
regular y abusivo en las últimas décadas ha traído
consecuencias inesperadas muy negativas.
Lo primero que hay que
preguntarse es ¿Quién puede poner el
cascabel al gato?, por una parte las poderosas
azucareras, cuyo ascenso ha sido imparable, financiaron
estudios tratando de relacionar la grasa con la obesidad, una hipótesis
a primera vista plausible pues podríamos
pensar que cuanta más grasa haya en nuestro plato mayor será la grasa que vaya a
parar alrededor de nuestro ombligo. Aunque esta fue una astuta estrategia, lo cierto es que la hipótesis de la grasa
como generadora de obesidad y enfermedades cardiovasculares resultó ser un
fiasco y las azucareras lo han venido ocultando
hasta hace pocos años, momento en el que
los estudios han demostrado lo obvio,
que el verdadero problema está en
la enorme cantidad de azúcar que se
añade a LOS PRODUCTOS MANUFACTURADOS. Por poner un ejemplo, un estudio
publicado en la prestigiosa revista PLOS
MEDICINE en diciembre de 2013 analizó y demostró cómo los intereses financieros
influyen en los resultados de los ensayos científicos destinados a relacionar el azúcar con la
obesidad.
El otro lobby
gigante es el de los CEREALES que ejerce
una gran influencia en la economía de las naciones, sorprende como estos alimentos se han colocado en el
desayuno de la mayoría de los hogares a
pesar de NO SER, COMO SE ADUCE, UNA OPCIÓN
TAN SALUDABLE (NI TAMPOCO EL ZUMO). El trigo es omnipresente en nuestra
dieta pues es la base de una gama
interminable de elaboraciones la mayoría de ellas con una larga vida útil, escaso valor
nutricional, precios bajos y muy alta rentabilidad para los fabricantes.
Destacados ejemplos son el pan en todas sus variedades, las
rosquillas, colines, cereales de
desayuno, bases de pizas, bizcochos, galletas, sándwich, canapés, tostadas, torrijas, croissants,
churros, masas preparadas y un sin fin de repostería, todos ellos cargados de
azúcar añadido, sin olvidar la PASTA que
se anuncia para ¡todos los días del año! La industria ha tirado de inventiva para seducir también a
los más jóvenes, ofreciéndoles una
variedad de productos a base de trigo con un alto porcentaje de aditivos, como
por ejemplo saborizantes, sal,
colorantes, conservantes y otras”
guarradas” que los hacen aún más adictivos (el trigo ya lo es por sí mismo). Con este gran arsenal
de productos se ha fomentado el snacking que en cristiano significa picotear a todas horas y entretenerse dando gusto a las papilas gustativas a lo tonto,
“¿a que no puedes comer solo uno?”, “¡es empezar y no parar!”, exclaman sonriendo los anunciantes mientras “hacen caja”.
Por su contenido en sal estos
snacks provocan sed,
circunstancia esta que va muy bien
para dar paso a las bebidas azucaradas o edulcoradas que
para colmo también contienen
SODIO (y ácido fosfórico). Los anunciantes proponen las bebidas y alimentos edulcorados como alternativas
saludables o light “para hacer dieta”, argumentando que tienen
pocas o CERO calorías, ¡NO LO CREAN!, pues según diversos
estudios, estos productos DIET fomentan la depresión, la obesidad y la
diabetes tanto o más que los azucarados,
no solo porque dañan la flora intestinal produciendo disbiosis (disbacteriosis),
sino que también engañando al cerebro provocando mayor producción de
insulina y más apetito. Los
participantes de un estudio consumieron más calorías cuando se les dio una
bebida edulcorada antes de comer. El cerebro del estudio PREDIMET PLUS Y CATEDRÁTICO DE Salud Pública de la
Universidad de Navarra, el doctor Miguel Ángel Martínez-González asevera
que ”los fabricantes de alimentos
insanos se benefician de un modelo de negocio que les permite vender productos
a bajo precio que enganchan a la gente porque son agradables al paladar...recurren a trampas para vender
más y ganar más aún a costa de que la población pierda la salud o influir
indebidamente en la investigación científica”. Las sodas edulcoradas cero
calorías AUMENTAN EL RIESGO DE PARTO PREMATURO, los bebés tampoco están libres pues el edulcorante se
trasmite durante la lactancia cuando la
madre los consume. El azúcar está presente en las guarderías, no solamente en
los hogares, pues se concentra en los zumos (en lugar de comer fruta entera),
en la leche chocolatada, en los yogures
o en las galletas, ¡es imposible
encontrar un yogur sin azúcar en las
guarderías sin una prescripción médica
que lo justifique! (un solo yogur puede triplicar la cantidad que el niño puede
tolerar en un día según la OMS). Algunos de estos cotidianos alimentos no
saludables obtienen el sello de la Sociedad Española de Pediatría que recauda así recursos para
financiarse, al igual que lo hacen otras
sociedades científicas. Según se desprende de un estudio reciente, los niños
que toman bebidas azucaradas tienen los TELÓMEROS más cortos,
circunstancia esta que se relaciona con mayor riesgo de enfermedades
crónicas y menor esperanza de vida. Es frecuente ver a los papás
bebiendo cola y comiendo pasta con pan de forma cotidiana en vez de consumir agua, legumbres y fruta. Con estos hábitos dañan su salud
y dan un mal ejemplo a los niños, ¡POR SUPUESTO, ESTO ES UN SABOTAJE A
LA DIETA MEDITERRÁNEA! No entraré en el tema de los pesticidas (glifosato), ni
en la polémica del maíz transgénico de los snacks, o en la mala calidad de la elaboración del pan
actual, pues todo esto es “harina de otro costal”, una harina que nunca
es integral como nos hacen creer.
Aunque el mercado global ha
traído otros cereales
distintos de los
tradicionales, el trigo sigue siendo el rey
junto a su consorte el azúcar, que dan de comer a muchas familias y
pone a muchos mandatarios en los
despachos del poder donde luego son jueces y parte en este gran problema de la
VIGILANCIA ALIMENTARIA. Este particular fue denunciado por la doctora Margaret
Chan, antigua responsable de la Organización Mundial de la Salud, refiriéndose
al enorme poder de las azucareras. Solo
fijarnos en el gigante de las bebidas
azucaradas que genera en España un negocio anual de 1.600 millones de
euros.
Cada vez que se anuncia un
“producto basura” en la TV pueden verse
debajo unas letritas que nos animan a seguir hábitos de vida saludable, quieren
que creamos que se puede comer de
todo si se consume con moderación y variación (queda a criterio personal la
interpretación de lo que debe ser
“variado y moderado”), pero ¡eso
sí! , siempre que se añada una buena
dosis de ejercicio, afirmación que no es científicamente cierta pues lo que no
se arregla en la mesa no puede compensarse
luego en el gimnasio. Según
estudios, el riesgo de diabesidad
y otras enfermedades graves, es muy grande cuando pasamos el límite de
un vaso de refresco azucarado o edulcorado a la semana, a un vaso al día de
estas bebidas, por tanto tenemos un “inocente”
peligro sobre la mesa de muchas familias. Los del sector del culto al cuerpo también hacen su agosto, pues se mantienen en un paradigma acorde a
sus intereses donde el ejercicio es la
base para el adelgazamiento y la quema de calorías, tras los atracones
navideños toca apuntarse a un gimnasio ¡a quemar la grasa! Sin embargo
hace tiempo que la ciencia ha
dejado claro que es la alimentación lo
primero que hay que corregir, pues poco
puede hacer en el gimnasio un fatigado
“diabeso” si a pesar de ejercitarse
durante UNA HORA ENTERA, no
consigue quemar ni una gota de grasa. El
gasto diario de energía por ejercicio representa entre el 10 y el 30% del total
diario, el doctor Shawn Talbott,
un bioquímico y nutricionista de la Universidad de Utah y autor de varias obras de divulgación
científica nos aclara que “más de 700 estudios confirman que comer saludable produce mejores
resultados en la pérdida de peso que el ejercicio sostenido, el gasto energético
a cuenta de ejercicio está sometido a MECANISMOS DE COMPENSACIÓN que explicarían este fenómeno”. Por supuesto
no digo yo que no vaya a ayudar o que no
beneficie un poco de movimiento y una caminata, pero teniendo siempre
presente que lo primero es modificar sus
hábitos alimenticios. Dicho sea de paso, para ayudarnos a cambiar los malos hábitos alimentarios se anuncian también una legión de expertos con licencia y gurús
de muy diversa escuela que tienen en este negocio su modus
vivendi, para colmo, recientemente
los cirujanos del sector privado se han “subido al
carro” ofreciendo su cirugía metabólica para todo, con el reclamo publicitario de que “la
diabetes se cura”.
Otro sector industrial emergente es el de
los COMPLEMENTOS NUTRICIONALES, cuenta con un amplio catálogo de productos que por lo general resultan neutros, no hace daño alguno y no
alteran la mencionada ecuación. El
desarrollo de esta industria por sí misma
ni mejora ni empeoran el
“AMBIENTE OBESOGÉNICO” reinante, aunque es cierto que determinados complementos
nutricionales tienen su aplicación
integrada en el programa de atención de los pacientes, no se debe alentar su
consumo (centrando en ellos la atención) si con ello se descuida el seguimiento
de la verdadera dieta mediterránea. Deberían ser bien conocidos por todos los
sanitarios para ser mejor aconsejados,
garantizando el criterio de
utilización.
En cuanto a los FÁRMACOS PARA LA OBESIDAD, han
sido pocos y a la par inútiles o peligrosos que nada aportan a la educación nutricional ni a la salud de
los usuarios. El enfrentamiento entre estos dos sectores antedichos y sus respectivos representantes,
solo refleja el interés por el capital, algo
cotidiano en el modelo de libre
mercado que tenemos, por supuesto el más
grande quiere comerse al más chico para obtener el monopolio. Por ejemplo, se ha menospreciado tradicionalmente el beneficio del uso de las vitaminas
diciendo que es una manera de “encarecer la orina”, pero ahora la pirámide alimentaria
ya les da paso, quizás desde que el profesor
Walter Willet, uno de los más
influyentes nutricionistas desde Harvard, recomendara poner un comprimido
polivitamínico en la base de la pirámide
nutricional, o desde que se ve venir el desastre biomédico a causa del déficit
de vitamina D. Muchos médicos en EEUU toman vitaminas desde hace décadas, pero son menos los que
las prescriben a sus pacientes.
Ahora bien, ¿qué hay de malo pues
en el AZÚCAR?, para decirlo en pocas palabras lo más escandaloso es que el 80% de los alimentos manufacturados
llevan azúcar añadido, incluso embutidos, conservas de vegetales, pizas o pan
empaquetado. Estos alimentos provocan hambre y son adictivos por el mismo
mecanismo bioquímico que las drogas (por
efecto sobre la dopamina). El investigador
Robert Lustig, pediatra endocrino, manifiesta su preocupación diciendo que la
toxicidad del azúcar es equivalente a la del alcohol o del tabaco pero aunque
ningún padre se plantearía dar alcohol a
su hijo, su actitud no es la misma ante el azúcar. Continua diciendo el doctor
que en los EEUU se gastan 147 Billones
de dólares al año en el cuidado de enfermedades crónicas que se pueden
prevenir, ”con este dinero se
equilibraría el presupuesto… nuestro entorno bioquímico no funciona…ES
TÓXICO y
¡esto hay que arreglarlo!... los políticos no han podido regular el
problema del azúcar y eso es lo primero que habría que hacer… la aseguradora de
servicios médicos Medicare podría quebrar en la próxima década”, termina
Lustig.
Pero
¿qué es el azúcar? (tómese aquí un tiempo para que le quede claro), el
azúcar común SACAROSA es un disacárido formado por una molécula GLUCOSA y otra
de FRUCTOSA, una vez se separan durante la digestión, estas dos sustancias se
comportan de forma muy diferente aun
teniendo ambas cuatro calorías por gramo
(son isocalóricas pero no
isometabólicas). La glucosa (etiquetada en los envases también como
dextrosa) es quemada por todas las células del cuerpo para producir energía,
pero LA FRUCTOSA NO. Este proceso es
orquestado por la insulina segregada por
el páncreas, hormona necesaria para que la glucosa entre en las
células, aunque su FUNCIÓN CAPITAL suele
pasar desapercibida, pues también ordena al hígado hacer acopio RESERVAS (para
los periodos de ayuno o de hambruna).
Cuanto más glucosa es liberada en la sangre más INSULINA se precisa, un valor
alto de insulina en sangre conduce
a RETENER SAL y AGUA (esto eleva la tensión arterial), produce daño a las
arterias, aumenta los triglicéridos, disminuye el colesterol bueno, sube el
colesterol malo, y
además es causa de más riesgo de contraer ovario poliquístico o cáncer
de mama (ya tenemos aquí una pista de cómo reducir con rigor científico el
riesgo de este y otros cánceres, bajando la insulina como resultado de eliminar
los azucares añadidos). Solo 5 gramos de glucosa puede permanecer en la
sangre que circula por nuestro cuerpo, otra pequeña cantidad quedará en los músculos y en el hígado (glucógeno para las
emergencias), el excedente será transformado en grasa (triglicéridos). Sabemos
también que el hígado puede fabricar
glucosa con las PROTEINAS de la dieta o de los propios músculos (pero NO con la GRASA). A
continuación, tras recargarnos de glucosa, secretamos la hormona LEPTINA fabricada en las células grasas, trasmitiendo así el mensaje de saciedad al cerebro, simultáneamente desaparecerá
la GRELINA (secretada por el estómago)
que es la hormona del hambre. La fructosa no estimula adecuadamente a la
insulina, tampoco las células pueden
usarla como combustible (con la excepción de los espermatozoides) y por tanto
ES CONDUCIDA DIRECTAMENTE AL HIGADO PARA SER CONVERTIDA EN GRASA CASI EN SU
TOTALIDAD. La fructosa no es necesaria
en ninguna reacción química del organismo por lo que es perfectamente
prescindible (se metaboliza igual que el alcohol), antiguamente se la
consideraba apta para dietas y diabéticos por su bajo índice glicémico, ¡hoy ya no!, ni
tampoco el agave, la miel o el jarabe de maíz alta fructosa (pues son
mayoritariamente fructosa). Se desprende de los estudios que ES LA FRUCTOSA contenida en el
azúcar (ya sea blanca, morena, de
miel, de zumos o de cualquier otra
variedad), Y NO LA GRASA, la responsable principal de la subida de
triglicéridos, de ácido úrico, de colesterol y
del aumento de peso. Según la dilatada investigación del profesor
Richard Johnson, la fructosa genera estrés oxidativo en las mitocondrias y
ácido úrico durante su metabolismo celular, esto puede hacer subir la tensión arterial o
causar la ENFERMEDAD DE LA GOTA. Hasta un cierto punto, no reza lo mismo para la fructosa contenida en
las frutas, pues estas llevan fibras y
antioxidantes protectores, pero aun
así, es recomendable que los diabéticos o excedidos de peso no tomen más de una o dos piezas al día, y a
veces ni eso mientras no estén
controlados (los zumos no son recomendables pues concentran la fructosa y la
glucosa). También informa este veterano investigador que la fructosa es un
“INTERRUPTOR DE LA QUEMA DE GRASA” en
las mitocondrias pues activa encimas
como la FRUCTOQUINASA que a su vez activa otras enzimas que INDUCEN A
ALMACENAR GRASA, esta sensibilidad a la fructosa es mucho mayor en humanos que
en animales, los obesos parece que incluso absorben más la fructosa que las personas delgadas y posiblemente
puedan fabricarla a expensas de otros hidratos de carbono. Esta vía metabólica
de fructosa es empleada de FORMA NATURAL
por los mamíferos para engordar
en verano y adelgazar más tarde durante
la HIBERNACIÓN, experimentando todos los síntomas de un Síndrome Metabólico, la
clave está pues en la fructosa.
Las gotitas de grasa acumuladas en el hígado,
POR EFECTO DEL CONSUMO INAPROPIADO DE AZÚCAR
Y EN PARTICULAR DE FRUCTOSA, conduce al
llamado hígado graso que es un indicador de RESISTENCIA A LA INSULINA Y
A LA LEPTINA. Son muchas las personas de
vientres prominentes que evidencian este problema. La resistencia a
estas dos hormonas es causa común del SÍNDROME METABÓLICO (síndrome X o
prediabetes), OBESIDAD Y DIABETES.
El aumento sostenido de insulina en la
sangre (hiperinsulinismo) DAÑA LOS VASOS
SANGUÍNEOS Y ES CAUSA DE TENSIÓN ARTERIAL ELEVADA, téngase en cuenta que EL
SOBREPESO Y LA DIABETES CONDUCEN A
LA INSUFICIENCIA RENAL, ESTA ÚLTIMA EN
UN 40% DE LOS PACIENTES. LOS
VALORES ALTOS DE INSULINA EN SANGRE de manera regular hacen
que las células dejen de responder al estímulo, es como acostumbrarse a
escuchar mucho ruido y acabar perdiendo la audición, además este fenómeno guarda relación con el CÁNCER y las
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES porque dañan a las mitocondrias y activan al alza ciertas hormonas
pro-inflamatorias producidas en el tejido graso que
favorecen la inflamación crónica.
La abundancia de glucosa aumenta la demanda de vitamina B, alimenta
a las células cancerígenas y compite en absorción con la vitamina
C, pues se parecen químicamente (los
animales fabrican toda la vitamina C que
necesitan a partir de la glucosa LOS HUMANOS NO). El cáncer de mama y próstata,
por ejemplo, crece en respuesta a la insulina, UN TERCIO DE LOS CASOS DE
CÁNCER PODRÍAN PREVENIRSE CON UN PESO
IDEAL. Mientras muchos se preguntan por
las causas del cáncer o siguen esperando la aparición de una cura definitiva,
otros ya están haciendo cambios en su estilo de vida para esquivarlo. Ha de
quedar aclarado que la resistencia a la
insulina se manifiesta cuando esta
hormona no consigue hacer entrar la glucosa en las células porque estas YA ESTÁN LLENAS, solo cuando se llega al
estadio final de la enfermedad diabética
puede escasear la producción de
insulina por fatiga del páncreas,
mientras tanto la insulina estará elevada en sangre. La alimentación rica en azúcares (principalmente pan,
pasta, cereales, azúcar añadida…)
ELEVARÁ LA INSULINA Y ESTO HACE IMPOSIBLE QUEMAR LA GRASA DE LA QUE
USTED ANHELA DESPRENDERSE. Se ha estudiado que las dietas con fructosa provocan
obesidad con independencia de las calorías, cuando se compararon dietas bajas
en calorías con y sin fructosa, las primeras no permitieron perder peso
mientras que sí lo hicieron las segundas AUQUE NO HICIERAN EJERCICIO REGULAR.
Esto da una idea de por qué no es recomendable sobrepasar los 20 gramos de
azúcar añadido al día, ni frecuentar los edulcorantes (uno de los 5 consejos de la recién bautizada Guía de Salud 5x20).
A continuación vamos a dar un repaso a los
ALMIDONES, son cadenas de azúcares que las plantas utilizan para almacenar
energía, están presentes en las patatas,
el trigo, maíz, arroz plátanos y
legumbres. Estos polisacáridos son separados durante la digestión y posteriormente transformados en glucosa,
para ello es necesaria la AMILASA de la
saliva o del páncreas.
No todos los almidones contenidos
en los alimentos son iguales (“ni todas las cervezas”), están compuestos
mayoritariamente de AMILOPECTINAS tipo A, B o C. LA QUE MÁS RÁPIDAMENTE SE
TRANSFORMA EN GLUCOSA ES LA DE TIPO A,
es la más eficiente en producir glucosa cuando se conjuga con la amilasa que la
descompone (puede hacer una analogía con la escala de eficiencia energética de
los electrodomésticos, a más eficiencia más glucosa y más insulina). Si la
amilopectina B se encuentra en los
plátanos o en las patatas, y la
amilopectina C se encuentra en las
legumbres, ¿dónde se encuentra entonces
la amilopectina A?, ¡ pues lo han adivinado, en la harina de trigo!, es decir,
EL PAN tiene EFICIENCIA- A, ES UN SÚPER-CARBOHIDRATOS DE RÁPIDA
ABSORCIÓN PORQUE EN LA BOCA
SE MEZCLA CON LA AMILASA DE LA SALIVA Y SE DESPRENDE GLUCOSA CON PRONTITUD, por eso el más famoso investigador
de la dieta mediterránea y catedrático
de la Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez-González ha ratificado que “COMER PAN ES COMO COMER AZÚCAR A LO
BESTIA”.
Pero nos han vendido el pan como
hidrato de carbono saludable de absorción lenta (muy esencial y mediterráneo)
situándolo de forma inocente en la base de nuestra pirámide alimentaria,
¡NADA MÁS LEJOS DE LA VERDAD!, el índice glicémico del pan INTEGRAL es 72,
MAYOR QUE EL DEL AZÚCAR. El profesor endocrino de la Universidad de Madrid,
doctor Sánchez Franco advierte que “ya no somos trabajadores manuales, el pan,
la pasta y otros alimentos hidrocarbonados deben consumirse esporádicamente y ascender de la base de la pirámide
alimentaria”. Por otro lado el pan blanco es escaso en todo tipo de nutrientes
y fibras por lo refinado de sus componentes, en los 14 puntos que definen la
dieta mediterránea objeto del estudio PREDIMET
PLUS, queda EXCLUIDO EL PAN Y LA PASTA
por ser considerados alimentos que fomentan la OBESIDAD Y DIABETES ¿le
sorprende? El doctor Frank Hu, uno de los mayores expertos en nutrición y profesor en la Universidad de Harvard, es muy crítico con la base de la
pirámide nutricional y avisa que para prevenir la obesidad y la diabetes hay
que eliminar el pan y los cereales de la base de la pirámide alimentaria. Si
nos fijamos en las LEGUMBRES, son mucha
mejor elección pues se irán
descomponiendo lentamente en el intestino y dejan fragmentos para la alimentación de las
bacterias saludables (por eso la flatulencia de las alubias), ESTAS SI SON
EXTRAORDINARIAMENTE IMPORTANTES EN LA DIETA MEDITERRÁNEA. La subida de azúcar
en sangre tan abrupta que provoca el pan desencadena ciclos de saciedad alternados
con otros de aumento del apetito (la pasta hace lo mismo pero transcurrido un lapso de tiempo después de ser ingerida).
Un estudio de la Universidad de Toronto descubrió que un aumento en el consumo
de gluten incrementa la PÉRDIDA DE CALCIO por la orina (también lo hacen las sodas) en un 63%, junto con un
aumento de los marcadores de la resorción ósea (que indican debilitamiento
óseo), esto tampoco es bueno en particular para las personas que fabrican piedras
de riñón cálcicas o que padezcan osteoporosis. Se sabe que el cereal es capaz
de desviar el PH de la sangre hacia el lado ácido y desencadenar inflamación,
circunstancias que aumentan el riesgo de artritis y daño a los huesos. La
obesidad, la diabetes y la intolerancia al gluten se han relacionado con la
artritis, por otra parte la celiaquía
guarda relación con la osteoporosis y la aparición de la diabetes tipo 1 en los
niños. Algunos estudiosos del tema se plantean la necesidad de implantar un
examen analítico rutinario de celiaquía a los niños antes de los 3 años para
intentar diagnosticar precozmente la
celiaquía antes que pudiera desencadenar
diabetes infantil tipo1. No hay
que olvidar que solo el 10% de los celiacos están diagnosticados y que un buen
número de personas padece intolerancias alimentarias, mayoritariamente por
gluten, en este último caso A PESAR DE NO DAR POSITIVO EN LOS TEST DE
ANTICUERPOS. Antes de los años 50 el trigo comenzó a someterse a estudio y a modificaciones genéticas para mejorar su
rendimiento, dando lugar a una cepa muy diferente que en la actualidad llamamos
TRIGO ENANO. Hoy día se conocen las
diferencias nutricionales y metabólicas que explican sus desventajas y el aumento de los trastornos
alimentarios relacionados con su consumo. El doctor cardiólogo Williams Davis
con sus publicaciones y su dilatada experiencia clínica tratando a sus pacientes, se sorprende de que
muchos de ellos experimentan pérdidas de peso similares al ayuno total de
alimento cuando suprimen el trigo, otros no consiguen perder peso cuando el
único hidrato de carbono que mantienen en la dieta es el trigo (¡OJO CON LAS
INOCENTES TOSTADAS! pues equivalen a dos grandes cucharadas de azúcar).
Asegura el investigador que el problema
de este cereal no es solo que puede
provocar obesidad y diabetes, sino que es
un “complejo bioquímico activo” que se descompone en pequeños
polipéptidos capaces de alcanzar el
cerebro, actuando como una endorfina que se unirá a los receptores opiáceos,
hecho comprobado por primera vez en un estudio con pacientes esquizofrénicos
que experimentaron mejoría al abstenerse
de trigo. Es uno de los pocos alimentos, continúa resaltando Davis, con potente
efecto en el sistema nervioso central que puede alterar el comportamiento,
aumentar el apetito, inducir efectos placenteros e inducir un síndrome de
abstinencia. El problema celiaco es el más grave pero el menos frecuente de
cuantos puede desencadenar el trigo.
Con toda esta evidencia le he intentado convencer de que el azúcar y
el trigo DEBEN SER EXCEPCIONALES PARA
LAS PERSONAS SANAS, pero debe evitarse
totalmente en el menú de diabéticos y
obesos.
Si cree que este artículo es
demasiado largo para leerlo hasta el final en este momento, o le satura tanta
información, déjelo reposar y vuelva a él lo antes que pueda, pues la segunda parte le está esperando para
revelarle lo mejor de la ciencia moderna para dar solución a estos serios
problemas, entre tanto sepa que LA DIABETES TIPO 2 ES
100% PREVENIBLE Y CASI 100% CURABLE (LA OBESIDAD NO LO ES MENOS)
SEGUNDA PARTE DE LA
ECUACIÓN, DIABESIDAD +FARMA-NEGOCIO
Aunque la farma-industria pone en marcha sus
propias argucias para crecer, no le ha venido mal que los alimentos basura le echen una mano haciendo
crecer paulatinamente la clientela de
enfermos, pues “a grandes males grandes remedios”, de ahí que haya intereses
confluentes en esta ecuación. Una de sus estrategias es ir bajando el margen de
normalidad en las cifras de glucosa en sangre para tener más candidatos a consumir medicamentos para la diabetes y prediabetes,
que luego resulta que también valen para la obesidad. En los EEUU se ha
publicado un artículo de investigación científica (algo imposible de imaginar
en España) donde se denuncia que la industria de la diabetes ha convertido en
enfermos al 45% de los adultos americanos, unos 71 millones de ciudadanos,
generando un negocio de 23.000 millones de dólares anuales que, según dice, da
para repartir enormes dividendos entre organizaciones profesionales,
científicos académicos y médicos que colaboran activando la construcción de
este gigantesco mercado.
Según los autores, el número de
personas con diabetes y prediabetes, candidatos a fármacos, ha sido
magnificado por las organizaciones y los
médicos que tienen vínculos financieros con las farmacéuticas, este hecho ha
sido duramente criticado por una gran cantidad de expertos. Según el informe,
ninguno de los 30 medicamentos nuevos para la diabetes aprobados en los últimos
15 años, han demostrado mejorías en los resultados clave, como son la disminución
de los ataques cardiacos o cerebrales, ceguera u otras complicaciones, objetivo
de la medicación (son muchos los medicamentos de la diabetes que se han
retirado en los últimos tiempos por sus grandes efectos secundarios no pocas
veces mortales). Las asociaciones científicas españolas siguen los pasos de sus
hermanas mayores en los EEUU, sirva de muestra la meridiana claridad de un informe de la Sociedad Española de
Salud Pública escrito por Alberto Ruano del que también destaco la frase que sigue: ”sería deseable que la Asociaciones
Profesionales Sanitarias españolas iniciasen un proceso de reflexión sobre sus
relaciones con la industria sanitaria…no es lógico que las ASOCIACIONES
PROFESIONALES SEAN PARTE INCOSCIENTE DE
LA ESTRATEGIA DE MARKETING DE LA INDUSTRIA”.
Según el doctor David Newman, director de investigación clínica de la
Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinaí de Nueva York “hemos estado
llamando a un signo de enfermedad “enfermedad” pero no hay estudios rigurosos
que demuestren que entendemos cómo tratar la enfermedad en lugar de sus
síntomas”. Por otro lado el endocrinólogo doctor Clifford Rosen
profesor de la Universidad de Tufts y director asociado de la New
England Journal of Medicine, que ha
trabajado en comités de asesores para la FDA, se lamentaba de que ”podemos
estar utilizando medicamentos estupendos para bajar la glucosa pero que NO
INFLUYEN EN EL RIESGO CARDIOVASCULAR, LA CEGERA O LAS AMPUTACIONES…HAY UNA
ENORME PRESIÓN DE LA INDUSTRIA DE LA DIABETES PARA CONTINUAR CON ESTE ENFOQUE
SIMPLISTA Y FACILÓN", concluye el doctor.
Antes que nada poner en grandes titulares algo
que pocos quieren publicitar, que la vitamina D
INFLUYE EN LA SECRECIÓN Y EN LA
SENSIBILIDAD A LA INSULINA. De otro lado, por cada 1% más de hemoglobina
glicosilada tendremos un 28% más de
mortalidad. Conocer los tres valores (vitamina D, insulina en ayunas y hemoglobina glicosilada)
resulta de enorme interés para valorar
el ritmo de envejecimiento, por tanto deben tenerse en cuenta al tiempo que
la cifra de glucosa, el ácido úrico y triglicéridos, para así hacer un completo
chequeo metabólico. Los adultos mayores están más predispuestos a la
deficiencia de vitamina D pues, entre
otras cosas, reaccionan menos a la
exposición solar que los jóvenes (el resto de la población también padece el
déficit pero por otro motivos). La conclusión de un meta-análisis
basado en 28 estudios ha revelado
que los niveles más altos de vitamina D en sangre se relacionan con un 55%
menos en el riesgo de diabetes, un 51% menos en el riesgo de Síndrome
Metabólico y un 33% menos de enfermedad cardiovascular. Un suplemento de
vitamina D durante 2 meses mejoró los niveles de glucosa y la resistencia a la
insulina. Este hallazgo tiene un VALOR PREVENTIVO MAYÚSCULO pues estas enfermedades afectan a cientos de
millones de personas y la escasez de vitamina D
en la población es un hecho demostrado en todos los países, de forma que
el proyecto europeo ODIN ESTA TRATANDO DE DAR POSIBLES SOLUCIONES GENERALES A
ESTE PROBLEMA DE LA DEFICIENCIA DE VITAMINA D que el doctor Holick califica COMO UNO DE LOS MAYORES DESASTRES CONTEMPORÁNEOS
EN BIOMEDICINA. SOLVENTAR LA RESISTENCIA
A LA INSULINA DEBE SER OBJETIVO NÚMERO UNO DE LAS POLÍTICAS DE SALUD
PÚBLICA. Las mujeres que optimizan sus valores de vitamina D ANTES Y DURANTE EL
EMBARAZO, reducen el riesgo de diabetes tipo 1 de sus futuros bebes (además de
otro muchos beneficios que puede leer en el artículo anterior con el título
“Este consejo es mi mejor regalo”). Tomar el sol durante 20 minutos varias
veces a la semana todo el año y asegurarse un sueño reparador de 7 a 8 horas,
favorece la salud general pero también
ayuda a controlar o prevenir la obesidad y la diabetes según los estudios
consultados.
Otro gran aliado para reducir el
riesgo de diabesidad es LA GRASA OMEGA 3,
presente en el pescado azul y en los suplementos alimenticios de este
ácido graso, preferiblemente los
extraídos del aceite de kril que tienen capacidades metabólicas beneficiosas
(mitocondriales) muy superiores a los procedentes del pescado (el aceite de
kril mejora la resistencia a la insulina bajando los niveles de glucosa en
sangre). Los frutos secos, el vinagre (sobre todo el de sidra de manzana), la
canela, la HOJA de estevia, el zumo de
limón y la levadura de cerveza también
tienen efectos saludables sobre el
control de la glucemia, PUES SON RICOS EN FLAVONOIDES (seguir la DIETA
MEDITERRÁNEA CORRECTAMENTE reduce el
riesgo de diabetes un 40%).
Hay consenso científico en que el MAGNESIO es
un mineral que juega un papel muy importante en la sensibilidad de la insulina
y en el control de la glucosa entre otros muchos beneficios, los diabéticos
eliminan más magnesio por la orina que el resto de las personas, por lo que
deben tomar alimentos y suplementos ricos en
este mineral para solucionar este problema. La falta de magnesio está
muy extendida en la población general aun
cuando los niveles analíticos sean los
normales, pues en la sangre está presente de forma contante solo el 1% del
magnesio que acumulamos.
Otro aliado modernamente utilizado por los
investigadores en los EEUU para luchar
contra la diabetes y la obesidad establecida,
prevenir su aparición o frenar el envejecimiento, es el AYUNO INTERMITENTE DIARIO. Aunque hay
varios tipos de ayuno, parece que este es el más fácil de implementar en lo
cotidiano. La idea es alimentarse en un lapso
más corto de tiempo a fin de que
el ayuno diario se prolongue paulatinamente hasta llegar a las DOCE O TRECE
HORAS COMO MÍNIMO. Los entusiastas de
Silicom Valley previamente entrenados
acostumbran ayunar durante 16 horas diarias y se alimentan durante las 8
restantes, incluso hacen ejercicios suaves en ayunas. Sería como evitar el
desayuno, de forma que la primera comida del día fuera a la hora del almuerzo,
o si prefiere la opción B, debe terminar de alimentarse tras la merienda
y no tomar más que agua o infusiones hasta el desayuno del día siguiente,
consiguiendo así ayunar por 13 horas, en
cualquier caso nadie debería irse a la cama antes de trascurridas 2 o 3 horas
desde la cena, ambas formas se pueden
alternar en función de los compromisos socio-laborales de cada persona.
Si se esfuerza por estar 6 horas
al día en pie, reducirá LA TERCERA PARTE
de su riesgo de obesidad. No permanezca sentado más de 20 horas semanales,
cuanto menos se siente mejor, y si está
sentado por ocio o trabajo levántese con frecuencia más de 20 veces en el día,
ande o ejercítese un mínimo de 20 minutos al día (estos consejos los puede ver
con el detalle de su beneficio en La Guía de Salud 5x20). Si decide implementar
este ayuno prolongado de forma esporádica en su lucha contra la diabesidad, no
tema quebrantar la costumbre de hacer el “desayuno de un rey”, pues no tiene la relevancia que los
fabricantes de cereales le han hecho creer, por otra parte muchas persona no
desayunan o a penas toman un café por la
mañanas, es su costumbre y no tienen por qué disculparse ante los gurús de la
nutrición tradicional, pues ninguna comida es más importante que otra, lo
importante es que cada comida que hagamos sea saludable, en cualquier caso dos o tres comidas son suficientes. No teman
los amantes del deporte pues este horario de alimentación y ayuno reduce la
insulina ayudando incrementar dramáticamente la Hormona del Crecimiento
(hormona fitness), necesaria para el
desarrollo muscular y el mantenimiento de la
vitalidad general o las facultades cognitivas. Esta cronología en su
alimentación es buena medida preventiva
para todos los adultos sanos, la
puede mantener sin límite de tiempo con cierta frecuencia a modo de mantenimiento de la salud (excepto
niños o embarazadas por supuesto). ES IMPORTANTE LA COLABORACIÓN DE SU MÉDICO O
ENFERMERO cuando se proponga hacer
cambios en su alimentación y estilo de vida,
pues tendrá que disminuir su medicación (si es que ha empezado a
tomarla) a medida que sus cifras de
azúcar o tensión arterial se vayan
normalizando por la pérdida de peso o
por la normalización de su metabolismo. Conseguirá así “resetear”
(restablecer) su sensibilidad a la insulina favoreciendo la FLEXIBILIDAD
METABÓLICA, que es la capacidad
saludable que todos deberíamos tener de
quemar alternativamente grasas o
azúcares. Los tiempos de ayuno MÁS prolongados sirven también para mejorar la
desintoxicación y eliminación de las células viejas (autotrofismo),
contribuyendo todo lo recomendado anteriormente
a CUIDAR LAS MITOCONDRIAS que son nuestras fábricas celulares de energía
y base de nuestra salud en general, ¡le sorprenderán los resultados! El mito de comer 4 o 5 veces al día con elevadas cantidades de
hidratos de carbono, no hace más que distorsionar su capacidad de quemar de grasas, mientras que el ayuno prolongado la estimula, dando lugar a la
lipolisis (quemar grasa) incluso mientras
está durmiendo. Nuestros
ancestros alternaban los períodos largos de ayuno con los momentos de festín,
los genes están adaptados a eso, y ese es el motivo por el que LA INSULINA
INVITA A CONSERVAR Y FABRICAR GRASA con los hidratos de carbono
y la proteínas que ingerimos. Esta facultad capital para la
supervivencia humana se vuelve ahora en contra nuestra porque comemos con mucha
frecuencia y muy mal. El más activo
investigador sobre el ayuno terapéutico
es el nefrólogo doctor Fung en la ciudad de Toronto, él sostiene que “el modelo de
tratamiento con medicamentos e insulina para la diabetes tipo 2 NO FUNCIONA, se tienen que implementar
tratamientos metabólicos”. La razón por la que el ejercicio no puede remplazar
al ayuno es que las células están llenas de glucosa NO SOLO EN LOS MÚSCULOS
sino en el resto de los órganos y tejidos incluido el hígado. LO PEOR QUE SE PUEDE HACER EN ESOS CASOS ES
AÑADIR MÁS INSULINA PARA FORZAR LA ENTRADA DE GLUCOSA EN LAS CÉLULAS, PUES
ESTAS YA ESTÁN SATURADAS, MOTIVO POR EL
CUAL PUEDE ENGORDAR AL INYECTARSE INSULINA. Es frecuente dice Fung que un
diabético tipo 2 que ha evolucionado desde años pueda curarse en DOS O TRES
MESES incluso si ya ha comenzado a insulinizarse (quizás solo en el último
estadio de la diabetes 2 se necesite inyectar algo de insulina tras la fatiga
del páncreas) ¡Una gran noticia!, SE
PUEDE CURAR LA DIABETES TIPO 2 SOLO EMPLEANDO TERAPIAS METABÓLICAS.
Por último debemos considerar que
la dieta más eficaz para perder peso y librarse de la diabetes 2 (o prevenir
estos problemas) es la dieta baja en hidratos de carbono, que es justo lo que
hará usted cuando ELIMINE EL AZÚCAR Y EL TRIGO DE SU ALIMENTACIÓN. Este gran
remedio no es muy conocido por la ciudadanía general (por eso lo de “velada
ecuación”) pero sí de los
científicos, puesto que hace muchos años
que el doctor Gerald Reaven, descubridor
de la resistencia a la insulina y del síndrome metabólico, hizo públicas
sus investigaciones a este respecto.
No es necesario indagar demasiado ni buscar profesionales en lugares muy
distantes de nuestra ciudad, pues contamos con el doctor cartagenero Álvaro Campillo que es un cirujano digestivo
colaborador docente de la Universidad de Murcia, formado en bioquímica y un experto titulado en temas tan poco conocidos por la mayoría de
los facultativos como son la investigación y la calidad de los estudios científicos.
Tomamos a este
premiado autor y gran divulgador
como referencia a la hora de cambiar nuestra dieta por otra más sana de
tipo mediterráneo y baja en hidratos de carbono como la que él
ha adoptado y recomienda. Nos pregunta el doctor Campillo ¿qué pensaríamos de un bombero que nos dice
que nos rociemos de gasolina, pero que
no nos preocupemos, porque nos va a
proporcionar un extintor? Lo mismo,
explica, pasa con el tratamiento de la
diabetes o la obesidad, nos recomiendan tomar un 60% de buenos hidratos de
carbono pero ”tranquilo” que son buenos y luego
te tomas las pastillas, te pinchas
la insulina, y no pasa nada.
También nos comenta en su blog,
“Lo que su médico no sabe”, interesantes
temas como el estudio ACCORD donde se demostró que el intento de mantener la
glucemia baja en los diabéticos tipo 2 mediante fármacos e insulina, no solo no
era útil para disminuir los accidentes cardiovasculares sino que los aumentaba.
Aunque tenga microalbuminuria por inicio de daño renal, y esté ya empleando insulina, el doctor
Campillo está de acuerdo en que usted
obtendrá mejoría en pocos meses, incluso
puede curarse completamente eliminando casi en su totalidad los hidratos de su dieta (¡al menos
comience con el trigo y el azúcar a ver
qué pasa!).
Una señora de mediana edad me comentaba que
como estaba haciendo una muy buena dieta para la diabetes tipo2 y tomaba diariamente sus pastillas, había
conseguido evitar la insulina durante 10 años, “ahora ya la tengo que usar sin
más remedio pero mi médico me ha dicho que he tardado tanto en pincharme
porque he hecho la dieta bien”… ¡así es la vida de un diabético tipo
2!
EN CUANTO A LA OBESIDAD, muchos profesionales con licencia o
“lisensiados” le dirán que las dietas bajas en calorías “equilibradas” son las
más utilizadas, y es cierto, pero eso no quiere decir que sean las más
adecuadas, puesto que las investigaciones ya han demostrado sobradamente que no
son eficaces a medio y largo plazo. Estas dietas al uso según explica el doctor
Campillo, permiten perder una media de 5-6 kg
en los primeros meses que luego se recuperan (efecto rebote) o no se
pierde más, incluso si se asocia con
ejercicio regular y fármacos (otra vez
recuerdo el mito del gimnasio). Se han comparado las dietas hipocalóricas bajas
en grasa (las que más abundan) con una dieta hipocalórica mediterránea y otra
baja en hidratos de carbono sin restricción
de calorías (tipo Atkins o similares) durante 2 a 4 años. Se observa que
la dieta baja en hidratos a los dos años de su inicio es mejor para perder peso
y se pierde más que las hipocalóricas bajas en grasa, además, se mejoran los
factores de riesgo cardiovascular. Esto no va en consonancia con los
tradicionales estudios de Alces Keys
sobre la culpabilidad de las grasas en las enfermedades cardiovasculares, ¡duro golpe! para el viejo paradigma y las
sociedades científicas que han venido recomendando restringir las grasas en la
alimentación y aumentar los cereales integrales. También las llamadas dietas
CETOGÉNICAS (si no está familiarizado con esta dieta encontrará amplia
información en la red) han demostrado
durante su primer año ser más saludables, pues mejoran los factores de riesgo
cardiovascular, el perfil lipídico (grasas
en la sangre), renal y la glucemia. Otro duro golpe para los fabricantes de grandes “remedios” para el colesterol, ácido
úrico, problemas renales o diabetes. Las mejores dietas fueron las bajas en
hidratos de carbono sin restricción de calorías y las de tipo mediterráneo con restricción de calorías. Además la dieta
baja en hidratos de carbono alta en grasa y proteínas mejora la relación entre
colesterol malo y bueno, disminuyen el riesgo cardiovascular y preservan la
masa muscular (las hipocalóricas consumen masa muscular durante la pérdida de
peso). Desde el 2008 la Asociación Americana para la Diabetes recomienda las
dietas bajas en hidratos de carbono y
CETOGÉNICAS para pacientes diabéticos (también son recomendadas para el
síndrome metabólico, obesidad e hipertensión y epilepsia infantil). La pregunta
es ¿se puede controlar la glucosa en sangre sin necesidad de grasas?, la
respuesta rotunda es NO, porque si no tomamos un aporte adecuado de grasas
buenas, solo nos quedarían las proteínas y los hidratos de carbono, pero ambos
provocan subida de glucosa en sangre y
por tanto también sube la insulina. LA
GRASA ES LA ÚNICA SUSTANCIA ENERGÉTICA QUE NO MODIFICA EL NIVEL DE GLUCOSA NI
DE INSULINA EN SANGRE PROPORCIONANDO EL DOBLE DE ENERGÍA. El diabeso es como el conductor de un coche híbrido que no
puede cambiar de un sistema de propulsión a otro y además viaja sin el indicador de combustible. El diabeso siempre tiene la
necesidad de comer porque es resistente a
la leptina (hormona de la saciedad) y su cerebro no sabe pues cuando se
ha llenado de combustible, además
siempre utiliza los hidratos de carbono (azúcares) como fuente principal de
energía, a los que se hace LITERALMENTE ADICTO. Como ya habrá entendido, UNA
CANTIDAD ALTA DE INSULINA LE
CONDENA A FABRICAR GRASA CONTINUAMENTE QUE VA A
QUEDAR ATRAPADA EN SUS CELULAS ADIPOSAS
SIN NINGUNA POSIBILIDAD DE RETORNO A LA
CIRCULACIÓN PARA SER QUEMADA (EL AYUNO
INTERMITENTE DIARIO LE AYUDARA A ROMPER ESTA SITUACIÓN). Las buenas grasas son un combustible limpio y
antiinflamatorio (la dieta cetogénica hace desaparecer la PCR en sangre, un
indicador de inflamación cuando está elevada) que favorece la salud
mitocondrial y no eleva la insulina, en este sentido la grasa es mejor que los
hidratos pues nos proporcionan una energía
más duradera y deja menos radicales libres en su combustión, incluso
recomendable para el deporte. Para
muchos lectores esto es una información nueva, vuelvo a repetir lo de “velada
ecuación”. Con excepción de la margarina (rica en grasa hidrogenada), los
aceites vegetales (ricos en omega 6 pro-inflamatorios) y los precocinados (con
grasas trans), el resto de las grasas
tienen su papel beneficioso en la
alimentación. Unos ácidos grasos son ESENCIALES como los omega 3 del pescado o
de los frutos secos, y los omega 6 de
aceites vegetales (de este último no se debe abusar pues son
pro-inflamatorios), otras son PROTECTORES
como el omega 9 (aceite de oliva, aguacate y chufas) y por último
las NEUTRAS, son saturadas de
procedencia animal (carne, huevos, lácteos o
manteca de cerdo) o de
procedencia vegetal (chocolate, coco, palma) que se van a emplear para producir energía. En los últimos
años se sabe que un conjunto de ácidos
grasos llamados triglicéridos de cadena media tienen particularidades
nutricionales de utilidad para muchas patologías y para consumo general.
Si ha tenido paciencia para leer
hasta aquí, habrá obtenido un conocimiento actualizado sobre diabetes y
obesidad superior a la mayoría de las personas, incluso mayor a muchos de los
profesionales sanitarios con los que se va a encontrar en el futuro. Ahora
puede sonreír tranquilo cuando lea o escuche alguno de los más manidos consejos
que no son otra cosa que MITOS que se han hecho sitio de tanto repetirlos.
Referiré algunos para que usted mismo
reflexione a cerca de su valor ahora que ya tiene UNA OPINIÓN INFORMADA: ¡come
menos y muévete más! , no hay alimentos malos,
los excesos se queman después en el gimnasio, todo se puede comer con
moderación, desayuna como un rey pues es la comida más importante del día, los
hidratos de carbono son ESENCIALES, no
te saltes ninguna comida y mejor si haces 5 al día, las grasas son malas y
engorda sobretodo de origen animal, los lácteos desnatados son mejores, todos tenemos que comer 5 piezas de fruta al día, tomar mucha
proteína aumenta la masa muscular, una caloría es una caloría venga de donde
venga, tomar una dieta baja o muy baja en grasa y alta en hidratos de carbono
es mejor. También hay MITOS sobre los alimentos como son estos ejemplos: los frutos secos engordan
porque tienen muchas calorías, los cereales y el pan son buenos desayunos con
un zumo natural de naranja, el pan y la pasta están en la base de la pirámide
porque hay que comerlos todos los días y son de absorción lenta, los huevos
suben el colesterol, el queso curado engorda porque lleva grasa y favorece la
aparición de enfermedades cardiovasculares, es mejor el fresco, los pescados grasos engordan es mejor el
blanco, los edulcorantes en bebidas y alimentos son buenos para prevenir la
obesidad y la diabetes o para los que tengan estos problemas, yo se los doy a
mis hijos, no bebo mucha agua para no retener líquidos, los comprimidos de
vitaminas y minerales engordan y abren el apetito, sin embargo los
puedo obtener siempre de los alimentos, las dietas sin gluten no son
saludables si no eres celíaco, ni tampoco las vegetarianas ni las
cetogénicas, con una dieta equilibrada
rica en hidratos integrales y tomando siempre
las pastillas se controla el azúcar y se previenen
problemas cardiovasculares y renales.
El botiquín de alimentos- medicina
para un diabeso serán en primer lugar
los huevos (uno al día o más), pescados, verduras o ensaladas (abundantes),
carnes variadas, queso curado, frutos secos, aceite virgen de oliva, aceitunas,
aguacates, embutidos caseros de calidad con moderación (mejor el jamón o el
lomo), yogur natural o griego, chocolate negro sin azúcar, muchas especias. Si
se controla la glucemia y el peso, los
mejores hidratos de carbono están en las legumbres, la fruta con moderación, los arroces (paellas de verduras), patatas en
guiso o asadas(a veces fritas o cocidas dejadas enfriar). Las salsas de
mahonesa sin azúcar o el alioli, sin problema. De beber, vino tinto de vez en cuando, mucha agua,
café, té verde, limonada hecha en casa
con estevia y otras infusiones.
Entenderá el lector que aconsejar
un programa de medidas no farmacológicas sin efectos secundarios para
estabilizar el metabolismo, que normaliza el azúcar y el peso(pero que además
también va bien para el resto de las enfermedades crónicas), NO TIENE NINGÚN INTERÉS para la industria
farmacéutica ni para la industria de alimentos basura, pero tampoco goza de
gran popularidad entre facultativos sin formación en nutrición ni otra
motivación preventiva que no venga de la mano de los remedios publicitados por los representantes farmacéuticos. El
interés de estos ocupados profesionales
se centra en remendar y parchear una y otra vez a un nutrido grupo de pacientes crónicos (y también
agudos) que llenan las consultas y los hospitales. En nuestro país la prevención
tiene escaso peso en la sanidad y aún menos presupuesto (el 95% del presupuesto
para sanidad se gasta en la atención directa de pacientes sin que a penas quede
dinero para las Políticas de Salud Públicas de interés general).
El referido catedrático de Salud Pública de la
Universidad de Navarra Miguel Ángel Martínez-González, cerebro del famoso
estudio PREDIMET PLUS, escribe
desde su estupendo libro La Salud a
Ciencia Cierta, que “la industria farmacéutica está muy interesada en que la
prevención se someta y se reduzca a los medicamentos, sobre todo cuando se
trata de frenar enfermedades crónicas”.
Toda la valiosa información
científica actualizada que le trasmito desde
este artículo puede salvarle de muchos padecimientos en el presente y en
el futuro, o quizá librarle de un desenlace fatal ¡sea generoso! Y compártalo con su círculo familiar y
social.
¡Le deseo lo mejor!
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