lunes, 10 de mayo de 2021

EL GRAN AUSENTE

Por muchas veces que lo digan en televisión, NO ES VERDAD que sea
"el colesterol el causante del 60% de las enfermedades del corazón", es evidente que se trata de un reclamo de los anunciantes para vender sus productos, que por cierto sí han demostrado que son verdaderamente ineficaces para prevenir dichas enfermedades. Se ha estudiado y confirmado sin lugar a dudas que el colesterol de los alimentos que comemos no influye significativamente en la cifra resultante de colesterol sanguíneo, por tanto impedir la absorción del colesterol que hay los alimentos o limitar el consumo de aquellos que lo contengan ("la dieta baja en colesterol") es ineficaz y contraproducente. Un buen ejemplo de ello es el huevo que sube la fracción del colesterol llamado "bueno", o el caso del queso curado que nos sorprende cada vez más con sus excelentes propiedades, modernamente se ha estudiado su poder antitumoral y protector de las funciones cognitivas (menudo medicamentazo es el queso manchego!).
En 2015 el Comité Asesor de Pautas Alimentarias en los EE UU concluyó que el colesterol de los alimentos "NO ES UN NUTRIENTE QUE DEBA PREOCUPARNOS".

Muchos médicos expertos en medicina de familia ya están convencidos de que el colesterol NO DEBE ANALIZARSE de rutina en personas sanas.
A ciencia cierta la deficiencia de MAGNESIO en la dieta y no la presencia de colesterol es lo primero que hay que corregir, pues es uno de los problemas primordiales que están detrás del continuo crecimiento de las enfermedades cardiovasculares. La doctora Andrea Rosanoff (directora del Centro de Educación Sobre el Magnesio)afirma que desde 1957 ya estaba bastante claro que la deficiencia de magnesio era la causa más frecuente y convincente de aterogénesis y calcificación de tejidos blandos (la escasez de magnesio propicia el acumulo de calcio en las células y espasmos arteriales). Tomando como ejemplo la población americana, sabemos que un 50% de ésta sociedad obtienen menos de la cantidad recomendada de este mineral, algunos grupos no llegan ni a la mitad de esta recomendación, el 30% de los estadounidenses padece un déficit subclínico de magnesio, lo mismo que el resto de las sociedades industrializadas (como la europea). Es muy difícil diagnosticar la deficiencia de magnesio pues los niveles se mantienen estables en sangre aún cuando exista un déficit general. Según un estudio publicado en European Journal of Clínicas Nutrition, el déficit de magnesio está relacionado con INFLAMACIÓN CRÓNICA, se demostró que había relación inversa entre los niveles de magnesio y el marcador de inflamación Proteína C Reactiva(PCR), según los investigadores este mineral tiene poder inhibitorio de la inflamación. Aunque se conocen 60 factores que propician deficiencia de magnesio, las personas que más la van a padecer son los que abusan del alcohol, del azúcar o de las proteínas. También hay medicamentos como los antiácidos, los diuréticos o los suplementos de calcio que crean bajadas de magnesio. Por último las personas que padecen enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, o escasez de vitamina D tienen mucha probabilidad de padecer también deficiencia de magnesio (además, sin magnesio no se activa la vitamina D y por ello baja la absorción de calcio propiciando osteoporosis y calcificación de tejidos por falta de vitamina D activa). Las dietas pobres en sal aumentan el riesgo de deficiencia de CALCIO y MAGNESIO con todas sus consecuencias: hipertensión, enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal. Estas condiciones de salud las relacionamos erróneamente con el consumo de sal, pero la pobreza de sodio en la dieta hace que el cuerpo tome sodio de los huesos al tiempo que calcio y magnesio (con la subsiguiente deficiencia de este último, un mecanismo demostrado que lleva a la osteoporosis por falta de sodio). Para empeorar las cosas, tomar poca sal obliga al cuerpo a eliminar más magnesio en el sudor y en la orina para conservar el poco sodio que tiene. El científico estadounidense James Dinicolantonio desde su sensacional libro El Reto de la Longevidad advierte que los fenómenos antedichos constituyen una triple amenaza de deficiencia para el magnesio. El doctor nos enseña a pensar en el SODIO como un controlador del MAGNESIO, CALCIO y POTASIO. Contrariamente a lo que se creía, una dieta pobre en SAL puede elevar la tensión arterial por inducción al déficit de magnesio y también de calcio y potasio (provadamente esta pobreza de sodio aumenta la resistencia a la insulina que conduce a la hipertensión y a la diabetes). Recordemos que cientos de reacciones químicas y la formación de las proteínas necesitan de la mediación del magnesio.

El mineral tiene las habilidades intrínsecamente naturales que los fármacos pretenden emular pero sin los efectos secundarios que se atribuyen a estos, por ejemplo, se ha constatado que el magnesio tiene poder antitrombótico, antiarrítmico y un muy importante papel en el control del metabolismo de la glucosa, por esta circunstancia los bajos niveles de magnesio se asocian con mayor riesgo de padecer diabetes, síndrome metabólico, obesidad, enfermedades cardiovasculares y renales (insuficiencia renal o cálculos de calcio). Se postula el magnesio como un poderoso oponente a los efectos nocivos del estrés ya que tiene la facultad de relajar los vasos sanguíneos y la musculatura bronquial, por todo ello el magnesio se convierte en un nutraceútico todo terreno! (conveniente pues para reducir tensión arterial, jaquecas, dolores menstruales, artritis, fibromialgias o alergias respiratorias).

 

La unidad de medicina interna de la universidad de Palermo emitió una comunicación en octubre del 2013 donde decía que "el Mg es clave en la regulación del efecto de la insulina y en la captación celular de glucosa...en sujetos sanos está demostrado que a menor concentración de Mg intracelular mayor tensión arterial y respuesta a una carga de glucosa...el Mg intracelular en personas sanas, hipertensas y diabéticas, es inversamente proporcional a la glucemia en ayunas, a la tensión arterial y a la hemoglobina glicosilada...la SUPLEMENTACIÓN con magnesio es es un factor protector para la diabetes tipo dos y el síndrome metabólico".
Otra comunicación que recojo también al azar es la que se produjo en el año 2000 por parte de la universidad de farmacia de Granada (España), en ella se hace un exhaustivo repaso muy referenciado sobre las repercusiones en la salud de la falta de magnesio, para no repetir señalaré solo un par de detalles: "el déficit de magnesio libera histamina secundariamente...conduce a una hiperexcitabilidad neuromuscular en el sistema voluntario y autonómico, además de trastornos de la conducta".
El Señor Magnesio cuenta entre sus cualidades la de ser el perfecto protector cardio-respiratorio, todos los ENFERMOS de CORAZÓN necesitan magnesio, y usted?. Impulsar el papel preventivo de este mineral en Salud Pública y en la atención integral de los pacientes es algo que aún está por llegar, entretanto este "gran ausente" ocupará silenciosamente los libros y desgraciadamente seguirá escaseando en los platos y en los botiquines de los ciudadanos. Sin duda nos interesa cambiar esta situación y generalizar una SUPLEMENTACIÓN adecuada del mineral tanto a sanos como a enfermos.


Juan Carlos Fernández Salamanca


               

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